Frailecillo atlántico
Tan cuqui como masacrado durante décadas, su pico se cae cada invierno, pero de eso nunca hay fotos.
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Tan cuqui como masacrado durante décadas, su pico se cae cada invierno, pero de eso nunca hay fotos.
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Cercano a las ciudades, su cola ahorquillada nos llama la atención desde mucha distancia.
Uñas blancas y sin motas, estas son las diferencias principales de la otra «aguililla» de la península.
Como silenciosos fantasmas blanco en mitad de la noche, sus gritos desgarran las vidas que algunos se empeñan a decir que roban.
Cuando el ser humano teme que otros seres sean también inteligentes, lo asocia al miedo, a la muerte y a la brujería.
Las barbas del quebrantahuesos esconden historias de demonios y hombres del saco, pero también veneraciones de gente de las montañas.
El cernícalo vulgar se cierne sobre los cultivos, mientras otras veces se le oye tintinear.