Pingüino rey
¿Cuántas veces hemos visto los pollos del emperador, pero no los del pingüino rey?
Tan cuqui como masacrado durante décadas, su pico se cae cada invierno, pero de eso nunca hay fotos.
Cercano a las ciudades, su cola ahorquillada nos llama la atención desde mucha distancia.
Uñas blancas y sin motas, estas son las diferencias principales de la otra «aguililla» de la península.
Dos pequeñas protuberancias rojas en su coronilla marcan la diferencia entre una especie que era cinegética y una cuya población está en peligro crítico de extinción…
Como silenciosos fantasmas blanco en mitad de la noche, sus gritos desgarran las vidas que algunos se empeñan a decir que roban.