UN MURAL PARA LOS OCÉANOS

17 DE JUNIO de 2024

En los días en los que Greenpeace estaba en el puerto de Vilagarcía de Arousa con su rompehielos Arctic Sunrise, desde Loubé estuvimos realizando un mural infográfico en homenaje a las personas del sector pesquero y mariscador de Galicia. En él representamos diferentes especies importantes para ambos colectivos, además de algunos de los problemas que encuentran más relevantes en la actualidad. Con este mural demandamos la ratificación del Tratado de los Océanos.

DESGRANANDO EL MURAL

LA PESCA Y SUS Peces

Un sargo, un pinto y un rodaballo son los protagonistas de esta parte del mural. Se trata de tres especies de gran interés pesquero. El sargo suele vivir cerca de la costa, entre las rocas y los arenales, alimentándose de mejillones, erizos, etc. El pinto habita en las cuevas rocosas o escondidos entre las algas del fondo marino; sigue la misma dieta que el anterior y, como curiosidad, es la misma especie que la maragota, si bien esta es la hembra y tiene un color verdoso. Por último, el rodaballo es un pez plano, de color gris pero con capacidad de cambiar según el entorno, con ambos ojos desplazados a la parte superior.

EL MARISQUEO Y SU MARISCO

Percebe, mejillón, vieira y almeja fina son las figuras principales de esta parte del mural. Representan una parte de la actividad de marisqueo, es decir, la cría, la captura y la recogida de moluscos, crustáceos y otros. Muchas veces, se asignan zonas y estructuras creadas para favorecer la reproducción de estas especies, como sucede con las bateas de mejillones. Además, también las especies ven reducidas su producción, especialmente las almejas y el berberecho.

PROBLEMAS DEL SECTOR

La sobrepesca

Los científicos realizaron una evaluación de riesgo basado en la mayor exposición posible de un humano a microplásticos, el consumo de una ración de 250 gramos de mejillones, que contenía 9 microgramos de plástico.

La falta de relevo generacional

En la pesca tradicional y sostenible, cada vez hay menos personas jóvenes. Por ejemplo, ya van cinco años de reducciones de permisos para el marisqueo en Galicia y la gran mayoría de ellas fueron otorgadas a personas de entre 40 y 60 años. Solo el 27% de los marineros de alta mar son menores de 40 años.

El cambio climático

Los océanos desempeñan un papel determinante en la mitigación del cambio climático, ya que disuelven hasta un 50% del carbono antropogénico que procede de la atmósfera. Sin embargo, este proceso acidifica el agua, lo que, sumado al aumento de su temperatura, puede alterar ciclo de vida de algunas de las especies representadas en el mural y, sobre todo, de aquellas otras que las conectan por medio de la red trófica. Por ejemplo, estudios dicen que la almeja fina se vería perjudicada, si bien el mejillón tendría más capacidad de adaptación frente a estas circunstancias.

La construcción de infraestructuras

En los procesos participativos realizados con Greenpeace, las personas de estos sectores mencionaron la existencia de minas, nuevas vías de ferrocarril, la construcción de fábricas y la existencia de presas como problemáticas. Centrándonos en las presas, por ejemplo, reivindicaban que estas no tenían en cuenta los ciclos de vida de las especies: si las empresas eléctricas vacían los embalses para incrementar la producción de energía, la salinidad de la ría se ve disminuida y, con ello, las poblaciones de marisco sufren una mortandad descontrolada.

Los vertidos químicos

Ganaderías y agriculturas intensivas, minerías y otras fábricas que están por venir ponen en jaque a la ría a través del vertido de sus residuos, contaminantes orgánicos y metales pesados que se introducen en las redes tróficas. Sin embargo, el ejemplo más claro, y que ha estado denunciándose desde hace años y, en especial, durante los días de realización del mural, es el de la fábrica de fibras textiles de celulosa, impulsada por la portuguesa Altri y apoyada por la Xunta de Galicia. Su proceso de producción requeriría millones de toneladas de agua del río Ulla, el equivalente a toda la provincia de Lugo, lo que derivaría en contaminación y, sobre todo, calentamiento de la misma. Además, la celulosa provendría de eucalipto, lo que se presume que aumentará sus plantaciones.

La presencia de microplásticos

La ola de pellets de principios de 2024 fue solo un aviso de lo que está sucediendo en los mares y océanos. Los micro y nanoplásticos se entremezclan con el plancton, integrándose en la red trófica y dando lugar a dos procesos diferentes: la bioacumulación y la biomagnificación. Estudios científicos detectan que bivalvos como los mejillones o las almejas son unas de las mayores fuentes de exposición a la ingesta de microplásticos: en 250 gramos de mejillones estaban contenidos 9 microgramos de plástico. Hay otros plásticos, de mayor tamaño, que también suponen un gran riesgo: la mayoría de ellos procede de aparejos de pesca abandonados, perdidos o descartados.

FIRMA LA PETICIÓN

Desde Greenpeace han lanzado una recogida de firmas para exigir la protección de los océanos frente a las actividades que los están destruyendo. En este murales se recogen algunas de ellas, porque también afectan a las personas y alimentan un conflicto socioambiental muy importante. Como dicen desde Greenpeace, «en 2023 los gobiernos del mundo acordaron un Tratado Global para proteger el 30% de las superficie oceánica. Ahora es el momento de que lo hagan realidad y esas zonas sean protegidas».

¿Quién hay detrás de este proyecto?

Greenpeace, fundada en 1971, es una organización ambientalista global que protege el medio ambiente mediante campañas pacíficas, abordando cambio climático, deforestación, contaminación y conservación de océanos y biodiversidad.

Marca cuadrada_naranja

No queremos cambiar el mundo, sino cambiar la forma de relacionarnos con él. Para ello, arte y psicología se unen en ilustraciones,  murales e infografías que nos ponen en el lugar de las especies menos mediáticas de nuestra fauna.

¿Quieres más información?

Murales entornados es un proyecto de intervención psicosocial que utiliza el mural científico e infográfico como vía para el cambio socioambiental. Mediante técnicas participativas y talleres dinámicos, implica a la población en su ideación, diseño y ejecución, con la intención de que se sienta parte del proceso y del resultado, de que aprenda sobre las especies escogidas a través de la observación y de que se apropie, y por lo tanto cuide y proteja, ese espacio y esa biodiversidad en el futuro.

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Loubé
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